El gobierno francés podría estar a punto de colapsar, después de que el Primer Ministro Michel Barnier lograra aprobar la primera parte de su presupuesto sin votación en la Asamblea Nacional. El Sr. Barnier, ex jefe negociador del Brexit de la UE, tuvo que recurrir al Artículo 49.3 de la constitución francesa para sacar adelante su plan controvertido de recortes de gastos e incremento de impuestos. En respuesta a ser marginados por el Primer Ministro, bajo el sistema francés los legisladores pueden llevar a cabo una "censura", también conocida como voto de no confianza, en su contra. El hombre de 73 años podría ser destituido de su cargo en 48 horas, ya que la izquierda radical del Nuevo Frente Popular se ha unido efectivamente con la extrema derecha del Rally Nacional, el partido de Marine Le Pen y Jordan Bardella, para destituirlo. Se espera que las votaciones tengan lugar el miércoles, ya que la Constitución francesa establece que un voto de no confianza solo puede ocurrir 48 horas después de que se solicite oficialmente. El Sr. Barnier, miembro del partido de centro-derecha Los Republicanos, que sufrió una derrota en las elecciones de la Asamblea del verano, fue designado por el Sr. Macron para sacar a la economía francesa del atolladero. Desde la pandemia, el déficit de Francia en relación al PIB ha aumentado considerablemente. Según las reglas de la UE, el déficit no puede superar el 3 por ciento del PIB. Sin embargo, en 2023, el ratio de Francia se disparó al 5.5 por ciento, y se prevé que sea del 6.2 por ciento este año. La tarea de Mr. Barnier era rescatar la economía francesa, reduciendo el ratio de déficit del PIB por debajo del tres por ciento. Para lograrlo, su presupuesto incluía recortes profundos al gasto público por un total de £33 mil millones (€40 mil millones), y aumentos significativos de impuestos por un total de £16 mil millones (€20 mil millones).
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